martes, 9 de agosto de 2011

Teatro: Sobre la obra Un tranvía llamado deseo, y la experiencia de ir al teatro

Un tranvia llamado deseo.
Teatro Apolo Av. Corrientes 1372
Funciones de miércoles a domingo.

Autor: Tennessee Williams. Adaptación y dirección: Daniel Veronese. Intérpretes: Diego Peretti, Erica Rivas, Paola Barrientos, Guillermo Arengo, Paula Ituriza, Gonzalo MartInez, Martín Policastro, Guillermo Aragonés, Beatriz Dellacasa y Guido Botto Fiora.


Desde chica me fascinaba creer en una ficción que se podía vivir como algo real en tiempo presente. A diferencia de los dibujos animados o del cine que rechazaba, el teatro me atraía por su instantaneidad y por la posibilidad de ver personas reales en los personajes (a menudo vistos por televisión)...por eso, la representación actoral me producía un efecto de realidad que me sumergía de lleno en la experiencia de ver para creer.

La famosa obra Un tranvía llamado deseo del dramaturgo Tennesse Williams y protagonizada en el teatro Apolo por Érica Rivas y  Diego Peretti, tuvo la terapéutica virtud de trasladarme al mundo de la ficción. 

 El relato (al menos en esta versión) se centra en la historia de Blanche, una ex maestra de colegio estadounidense que tras hospedarse en la casa de su hermana menor, Stella Dubois (Paola Barrientos) y su cuñado Stanley Kowalski (Diego Peretti), termina generando situaciones que desestabilizan la vida de la pareja. Blanche se preocupa por sostener una imagen de mujer correcta, inteligente y bella, objetivo que logra mintiendo y escondiéndose detrás de su maquillaje, su ropa, y una luz tenue que prohíbe cambiar durante toda su estadía.

Sus aires de diva y arrogancia chocan con la posición social de Stella y con las actitudes grotescas y violentas de su cuñado, a quien rechaza por "primitivo". A partir de esto comienza un conflicto con él, que se empeña por descubrir su verdadera identidad y con ella misma, desesperada por superar un pasado traumático y encontrar a un hombre que le brinde estabilidad y sustento económico.

La historia transita entre la búsqueda de aceptación, el deseo prohibido, los mandatos sociales y la violencia de género. Rivas explota al máximo la femineidad y el sarcasmo de Blanche, mientras que Peretti, a diferencia de papeles anteriores, sorprende con un personaje tosco, autoritario y machista. El elenco se completa con Paula Ituriza, Gonzalo Martinez, Martín Policastro, Guillermo Aragonés, Beatriz Dellacasa,  Guido Botto Fiora y Guillermo Arengo, que se destaca en el rol de futuro esposo de la protagonista.  

 Catarsis 

Cuando una obra despierta emociones en el espectador y logra transportarlo a una instancia de irrealidad (que también puede suceder con el cine, aún con todas sus diferencias) creo que florece la función social del artista. Si el arte ocupa espacios uno de ellos es, sin dudas, en la propia subjetividad del que lo recibe. Por eso el teatro puede hacer reír, reflexionar o emocionar hasta sentirlo en la piel.  

En la última escena de Un tranvía... la iluminación abandonó los claroscuros para dar paso a una atmosfera soleada. La llegada de la luz respondía a la resolución del conflicto, pero  al mismo tiempo generó un efecto particular en mí. Luego de dos horas sentí una especie de despertar, como si fuera el paso del sueño a la vigilia. El deslumbramiento, similar al de la infancia, estaba llegando a su fin.

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