domingo, 23 de octubre de 2011

Sobre construcciones discursivas. En 678 reina la paz.

El programa 678 criticó al periodismo “objetivo” con absoluta subjetividad; al discurso serio y sensacionalista de los programas de política respondió con un tono pasional y desafiante; se construyó como un agente de verdad "desarticulando" las "mentiras" de los medios opositores, y levantó la bandera de la pluralidad, igualdad e integración mientras denunciaba la defensa de intereses económicos particulares.

Así, sin perder de vista al adversario, 678 demostró un posicionamiento periodístico profesional, ético y defensor de las mayorías frente a la cooptación ideológica de los periodistas proclamados como "independientes", frente a la complicidad comunicacional con la dictadura y frente la ejecución de delitos de lesa humanidad por parte de los dueños del "monopolio".

Al “derroche de odio” de la oposición y las críticas por la "crispación" del kirchnerismo, el programa les respondió con un discurso de amor y fraternidad.

Complicidad retórica e ideológica con la audiencia. Un discurso de unión, humor, igualdad y respeto entre alidos; un discurso político en la construcción de claros adversarios.

678 fue y es todo lo que sus seguidores quieren ver. Cristina es presidenta de nuevo. En el programa reina la paz.

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