No hay mejores ni peores puestos por definición. Yo creo que hay lugares, hablando desde el lado
más simbólico que se pueda hablar. Y que a esos lugares se los crea uno. No siempre el
que tiene el poder es el más poderoso, ni el que ostenta respeto lo tiene
ganado.
En el mejor de los casos, pienso que el trabajo es un espacio para ir creándose a sí mismo.
Para encontrarse en esa creatividad. Para hacerse de un espacio. De tu espacio.
El trabajo, hipotetizo, no sólo se define por
la tarea. Más bien, yo he sentido que la tarea me fue definiendo a
mí, moldeándome, encontrando mis puntos fuertes,
lo que me gustaba u odiaba, a lo que le decía que no o a lo que le regalaba un convencido
“sí”.
Eso de por sí ya genera cierto movimiento en uno. Y está bien... Porque una mente y un cuerpo quietos,
son mentes y cuerpos oprimidos. A eso sí que hay que renunciar.
Muy feliz día a todos los que me ayudaron a crecer y a los que han crecido junto a mí en cada uno de mis trabajos.
Muy feliz día a todos los trabajadores! Que la vida los
lleve adonde tengan que estar.
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